Unas palabras de Liliana

Amigos, demoro en hablar aunque no demoro, créanme, en agradecer este espacio y las voces de ustedes.
Me pasa que ando de un lado a otro. Por eso, cuando logro quedarme quieta por un rato, y después de atender una larga y a veces absurda lista de obligaciones, me gana la necesidad de escribir. Estoy ahora mismo trabajando en un conjunto de relatos sobre Los Confines. Para ser precisa “Cinco veces siete relatos” que se entrometen en asuntos de la saga; pretéritos algunos, inacabados otros. Cerrar un mundo épico es lo peor que podría suceder. De hecho, ni siquiera creo que sea posible. Se puede, sí, excavar en las ruinas calcinadas de la Casa de las Estrellas, seguir los pasos de Aro, preguntarse qué fue de Cucub…
Pero el tiempo y la precaución, el cuidado y el estudio resultan ser indispensables para que esta tarea sume al conjunto de la saga. Para que “saber más” no signifique dudar menos.
Mientras tanto, les agradezco cada palabra.
Sepan que siempre me avergüenza un poco escuchar o leer sobre mi trabajo. ¿Quién sabe? Será porque creo que nadie hace nada en soledad, que siempre es “entre muchos”: los amigos y los detractores, los eruditos y los analfabetos, los vivos y los muertos.
Y si Cucub sigue cantando es gracias a ustedes. Los abrazo.
Liliana Bodoc